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Las 8 cláusulas más importantes del pacto de accionistas

El Pacto de accionistas es un elemento muy importante para las inversiones y para la regulación general de una empresa. Es una herramienta perfecta para proteger el bienestar de la sociedad y regular los típicos conflictos que suelen suceder entre los socios.

El detalle con los pactos de accionistas es que pueden llegar a ser muy extensos o técnicos. Algunos podrían pensar que están hechos solo para que los entiendan los abogados, cuando realmente lo importante es que lo comprendan los accionistas. 

Los pactos de accionistas se estructuran en base a templates, con cláusulas típicas, para facilitar la implementación de los mismos en distintas empresas o procesos de inversión.

Mantener el uso de cláusulas típicas generales para los pactos, permite hacer que sea más fácil y rápido su suscripción. Sin embargo, a pesar de ser cláusulas tipo, cada pacto tiene sus particularidades y cada cláusula debe ajustarse al tipo de negocio de la empresa; al tipo de inversionista; al grupo fundador; y en general, a las condiciones específicas de cada caso.

En adelante, te vamos explicando las 8 cláusulas más importantes del pacto  y te entregamos tips para su elaboración o revisión.

Aclaramos que los tips que dejamos en este artículo son genéricos; pueden ser o no recomendables, dependiendo de ciertos factores como: el tipo de inversionistas que se integra; la situación interna de los fundadores; la existencia de conflictos de intereses entre los accionistas (especialmente cuando tienen varias empresas; entre otras. 

1. Cláusulas de antecedentes 

La más subestimada. La primera parte del pacto de accionistas es para explicar los antecedentes de las partes y de la sociedad, identificar a los accionistas y al nuevo inversionista (en caso de que haya), la distribución de la participación social y la explicación del origen del negocio y de las intenciones de las partes en el pacto.

Estas cláusulas son la base del Pacto. Es importante que sean claras y expresen completamente cuáles son las intenciones de los accionistas que se comprometen en el pacto y cuál es su objetivo común en la empresa.

Tip: La principal utilidad de estas cláusulas es fijar precedentes, lo cual les será muy útil cuando la empresa siga avanzando y se vayan generando situaciones durante su desarrollo. Como por ejemplo: uno de los accionistas inicie un negocio en el mismo rubro de la empresa, lo cual comúnmente desata polémica entre los accionistas. En dicho caso, el precedente del objeto de la empresa y del proyecto, les ayudará a delimitar qué negocios califican como competencia y cuáles no. 

2. Cláusulas de administración 

Unas de las más relevantes. Estas cláusulas, junto a las de las juntas de accionistas son muy importantes para el desarrollo de la empresa. Están dirigidas a regular la forma en la que será administrada la sociedad. Esto es, si será administrada por un directorio u otro tipo de administración. 

En caso de implementar un directorio, se debe especificar cuántos directores son, quienes serán o de qué forma se designarán y la manera en que operará el directorio, incluyendo cuáles son los quórums necesarios para la toma de decisiones.

Por otro lado, no todas las empresas tienen directorios, si eres una Startup o empresa que va partiendo o incluso si ya tienes años operando, es posible que no tengas directorio; en ese caso, puedes regular en el pacto otro modelo administrativo, que incluya varios administradores y distintas formas de tomar decisiones. 

Lo importante en estas cláusulas es que complementan un modelo de administración que afectará directamente las operaciones y el crecimiento de la empresa. Por eso siempre es recomendable, que se acuerde un modelo práctico, que dé confianza a los accionistas pero que no entorpezca las operaciones de la empresa, y que facilite la toma de decisiones. 

Tip:  Lo más importante en esta cláusula es tener un modelo de administración que no sea extremadamente controlador. Por ejemplo: Un modelo de administración que requiera la firma de dos o más administradores o directores para todas las operaciones de la empresa es poco práctico de llevar a cabo en las operaciones y puede perjudicar el desarrollo de los negocios. 

2.1 VETO SOBRE LAS DECISIONES ADMINISTRATIVAS

El “veto” consiste en tener derecho a bloquear decisiones dentro de la empresa. Este derecho puede ser utilizado tanto en decisiones administrativas como en decisiones de juntas de accionistas. 

Se aplican en el ámbito administrativo de una sociedad cuando se establece que algunas materias en específico van a necesitar la aprobación de la unanimidad de los administradores o directores o en particular de algún director o administrador.

La forma en la que se establezca el veto puede ser diferente según el caso y según quien vaya a tener la posibilidad de vetar, que normalmente suelen ser los inversionistas a través de sus directores o administradores designados.  

Tip: La recomendación es que los vetos que se implementen sean únicamente sobre las materias realmente perjudiciales para la sociedad, los accionistas o el inversionista.  No es una medida que debamos aplicar a la ligera, porque puede perjudicar el desarrollo de la empresa. Por materias relevantes, podemos entender como: Fusión de la sociedad; venta total de la empresa; venta de más del 50 % del patrimonio de la empresa, entre otros aspectos que sean altamente significativos para la empresa y sus integrantes. 

3. Cláusulas de juntas de accionistas

Estas cláusulas ayudan a definir el control de la sociedad. El control se define determinando quien o quienes tienen el poder dentro de la sociedad para decidir por sí solos el modelo de administración o aprobar decisiones corporativas en junta de accionistas. Por ejemplo: Un accionista que tenga el 70 % de las acciones de una sociedad, puede identificarse como controlador, porque tiene la posibilidad de aprobar o rechazar el modelo de administración de la sociedad, los administradores y en general tiene el control de la toma de decisiones en las juntas. 

La identificación del control no siempre es tan fácil como en el ejemplo anterior, sin embargo, es la manera más simple de entender en qué consiste. 

Ahora bien, en el pacto de accionistas se regula el alcance de ese control, a través de la definición de los quórum necesarios para la toma de decisiones.

En general, el quórum para tomar decisiones es la mayoría absoluta (51 %) de las acciones y para las materias relevantes, se asigna un quórum mayor. La lógica de estas regulaciones es definir que, entre más relevante sea la materia que se decida, más accionistas deben estar de acuerdo para su aprobación o al menos los accionistas con mayor participación. 

Tip: Acá las recomendaciones pueden variar, según si eres inversionista o fundador. Lo importante en ambos casos es que el control de la sociedad no sea ejercido de forma negativa para empresa.  Cualquier estructura sobrecontroladora no será buena para el proyecto. 

Tip para fundadores:  No perder de vista estas regulaciones. Si están continuamente en planes de financiamiento, entregando acciones de la sociedad o comprometiéndolas a futuro, podrían llegar a perder el control de la sociedad y comprometer el proyecto a los fines de los inversionistas.

Tip para inversionistas: Las figuras más restrictivas no son las mejores.  Más control no es necesariamente mejor para la inversión. Recuerda que los fundadores son quienes conocen el negocio y serán quienes estén al frente del desarrollo. Lo recomendable es adoptar las medidas de control exclusivamente necesarias que protejan tus intereses principales, sin asfixiar al grupo fundador. 

Finalmente, acá en estas cláusulas también se aplica el “veto”, bajo las condiciones anteriores, pero dirigido a regular la toma de decisiones de los accionistas. 

Continúa leyendo sobre las cláusulas más importantes del pacto de accionista en el artículo “Las 8 cláusulas más importantes del pacto de accionista (Parte 2)”. 

¡Aprende de pactos de accionistas y protege tus proyectos!