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Uno de los primeros retos que se presentan al constituir una empresa es la elaboración de la constitución. Una vez que empiezas con el documento de constitución, inician una serie de preguntas sobre la empresa, que en muchas ocasiones los emprendedores aún no tienen definidas, una de esas preguntas suele ser sobre el capital de la empresa.
En este artículo nos enfocaremos en responder las dudas más frecuentes que tienen los emprendedores sobre cómo determinar el capital para su empresa.
No hay un monto mínimo ni máximo de capital, esto depende de la empresa y sus accionistas. Toda empresa o sociedad debe tener un capital y el monto del mismo no tiene ninguna regulación legal que determine un rango o estimación de cuánto debería ser. Por lo tanto, el monto que coloques en el capital de la sociedad será el que tú determines, sin restricciones legales.
A pesar de que no existan regulaciones legales y tengas la libertad de estimar el capital de tu empresa como lo creas correcto, si existen algunas consideraciones que sería importante tomar en cuenta.
Para determinar el capital de tu sociedad, te recomendamos realizar un ejercicio que consiste en elaborar una lista de todos los gastos que a mediano plazo (de 6 meses a 1 año) estimas tener en la empresa. Una vez estimado este monto, compáralo con lo que efectivamente estás dispuesto a invertir al momento de la constitución, así podrás verificar que tan cerca o lejos estás de financiar con el capital las operaciones de la empresa.
El monto anterior es un ideal de lo que podrían aportar al capital de la empresa los accionistas para costear sus operaciones, sin embargo, no siempre pueden aportar el monto exacto estimado. Eso no tiene nada de malo, dado que pueden aportar los montos que tengan disponibles para iniciar y en el desarrollo de la empresa ir financiando los costos. El ejercicio anterior te servirá para saber de forma aproximada hasta qué momento la empresa se sostiene con el capital.
En consecuencia, para el monto final del capital deberás estimar la inversión de la empresa y determinar el monto que cada accionista está dispuesto a aportar.
No, en principio nadie verifica que el capital de la empresa efectivamente haya sido aportado a la empresa, es decir, que haya sido realmente pagado por los socios a la empresa, menos aún pensando que la mayoría de las empresas no tienen cuenta bancaria al iniciar. Sin embargo, esto no debe entenderse como un pase libre para inventar un capital que realmente no exista; recuerda que el SII tiene facultades de fiscalización sobre las actividades de la empresa y en caso de una fiscalización revisará la contabilidad de la empresa, la cual puede complicarse si es que no estimamos correctamente el capital de la empresa.
El capital de la empresa puede ser pagado de forma inmediata o en plazo, dependiendo de los acuerdos que existan entre los accionistas. Lo importante, en caso de pagarlo dentro de un plazo determinado, es que esto quede bien regulado en la constitución de la sociedad, con claridad del plazo y forma de pago.
Es importante aclarar que, cuando nos obligamos a pagar un capital a plazo, en caso de que transcurrido ese periodo, no se haya realizado el aporte, somos deudores de la sociedad y por lo tanto, sus accionistas tendrán derecho de perseguir el pago en representación de la sociedad. Por lo que, no recomendamos comprometerse con pagos que no se piensen realizar en el futuro.
Por último, sobre los plazos a pagos, es importante que consideren, desde el foco contable, que deberán registrase en la contabilidad los abonos que se hagan del capital pagado a plazo, de forma que al cumplirse dicho plazo ya el capital haya sido enterado.
Hay diversos tipos de bienes que pueden aportarse a la empresa, desde inmuebles, muebles, derechos, dinero, hasta incluso deudas. Casi todo hoy en día es valorizable y siempre que, pueda atribuírsele un valor y sea legalmente transable, puede aportarse a la empresa.
Existen ciertas restricciones legales sobre este tema, principalmente la prohibición del aporte de trabajo para las sociedades de capital. Esto quiere decir que no podemos aportar trabajo directamente a una SpA o a una S.A., sin embargo, sí podemos aportar deudas, así que lo que recomendamos en caso de querer aportar trabajo, es aportar las deudas que por concepto de prestación de servicio o trabajo, tenga la sociedad con el accionista o futuro accionista.
El capital de la sociedad impacta en distintos aspectos. Algunos de los más relevantes son:
Queremos aprovechar este artículo para hacerte algunas recomendaciones de lo que no deberías hacer con el capital de tu sociedad.
Hay muchas más consideraciones que podrías tener para determinar el capital de tu empresa. Te recomendamos que te asesores para evitar obstáculos en el futuro. Recuerda que el capital que indiques y la forma en que lo estructures impactará en la contabilidad de la empresa y en sus impuestos.
Si necesitas más orientación para determinar el capital de tu empresa, te recomendamos revisar nuestro artículo cómo puedo estimar el capital de mi empresa.
Esperamos que esta información te haya sido de ayuda.