Tres razones para tener un Pacto de Accionistas

Tres razones para tener un Pacto de Accionistas
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Tres razones para tener un Pacto de Accionistas

El pacto de accionista es un instrumento que cada vez está siendo más utilizado por emprendedores e inversionistas en sus empresas y transacciones. Sin embargo, en LATAM aún existen muchas personas en el rubro que desconocen su utilidad

El objetivo de este artículo es ayudarte a saber porque deberías utilizar un pacto de accionista y evitar que suscribas alguno sin comprender realmente cuál es su objetivo.

¿Cuál es la utilidad de un Pacto de Accionistas?

Un pacto de accionistas tiene un objetivo principal y es regular las relaciones entre los socios en distintos temas prácticos vinculados a la sociedad, con el objetivo de proteger el bienestar de la sociedad y del negocio, más allá de los intereses personales de cada accionista. 

El pacto puede suscribirse antes, durante o después de la constitución de la sociedad. El momento de suscripción del pacto va a depender de las condiciones de cada empresa, sin embargo, nuestra recomendación general es que realicen y suscriban el pacto de accionista junto con la constitución de la sociedad  y que lo actualicen en la medida que sea necesario. Por ejemplo: cuando haya un evento de financiamiento e ingrese un nuevo accionista. Lo que puede llegar a implicar adaptaciones.

Recomendamos que se suscriba desde el inicio, ya que como van a ver su utilidad consiste en tenerlo desde una etapa temprana en la empresa, para regular los futuros escenarios que se van a presentar con el crecimiento de la empresa. Entre más tarde lo suscribas, menos beneficios tendrás del soporte que brinda un pacto. 

El pacto no es útil al momento inmediato de su suscripción, su utilidad la podrán valorar a medida que la empresa se siga desarrollando. A pesar de lo cierto que es lo anterior, hay una utilidad o efecto inmediato del pacto y es el incentivo de los socios a cumplir con los términos acordados, empezando por el desarrollo del proyecto de la forma pactada.

Funciones más relevantes de los Pactos de Accionistas 

1. Protegen el proyecto y a la empresa

El pacto de accionistas sirve como herramienta para establecer cuáles son los objetivos principales de la empresa y su proyecto. Sabemos que la planificación de una empresa puede ir variando a medida que pasa el tiempo, en cuanto al presupuesto, plazos y detalle de los hitos establecidos, sin embargo, el objetivo principal de la empresa debería mantenerse, y esto es lo que se busca proteger en el pacto. 

Esta protección nos permite asegurar que los fondos sean utilizados para el cumplimiento de los objetivos sociales y que los socios y el equipo en general se mantenga enfocados en el fin principal, evitando desviar esfuerzos económicos y de trabajo a fines distintos, que perjudiquen el objetivo inicial de la empresa.

Para que la protección del negocio resulte exitosa, es importante considerar que debe haber un equilibrio entre preservar el objetivo inicial de la empresa y la adaptación a los cambios que ocurren en el desarrollo de un proyecto. Un pacto eficiente no puede cerrarse a los cambios del proyecto y de la planificación, porque esto solo generaría problemas en la sociedad y hasta un posible fracaso del proyecto, en lugar de ello, nuestra recomendación es que el pacto reconozca que pueden haber cambios y que incluya recomendaciones que ayuden a controlarlos en razón a la intención inicial del grupo fundador, que después de todo es la causa por la que se unieron. 

2. Incentiva la participación de los accionistas

Si bien el pacto no evita que algún fundador pueda abandonar el proyecto, sí puede evitar que dicho fundador adquiera su participación social y quede dentro de la sociedad, ocasionando conflicto con su ausencia o desinterés; o que el fundador venda sus acciones, comprometiendo al resto de los accionistas a vincularse con un nuevo socio que no comparta su visión de empresa; que el fundador abandone el proyecto para iniciar uno exactamente igual que compita con el original; o que realice otros actos que pueden dañar a la empresa o sus accionistas.

Uno de los mayores conflictos de las empresas y sus accionistas, es el abandono de sus fundadores. Típicamente una empresa común, especialmente una startup, parte con un grupo de fundadores, que trabajando y aportando su participación en conjunto logran armar un proyecto y empezar su desarrollo. El conflicto surge al tener que mantener ese desarrollo o al ir haciendo crecer la empresa, dado que muchos fundadores abandonan su participación en la sociedad. Por ejemplo: el típico accionista que inicia un proyecto con sus socios y al cabo de un tiempo se aburre o cambia de intereses, abandonando el proyecto.  

Este conflicto tan común se ha ido resolviendo con la implementación de mecanismos que incentivan la participación y compromiso de los accionistas y que además sancionan su falta de cumplimiento. Existen muchas maneras de incentivar la constancia de los fundadores, entre ellas la más utilizada suele ser el vesting y el pacto de accionistas, las que regularmente se realizan en conjunto, ya que se complementan. El vesting por su parte, regula las condiciones bajo las cuales cada accionista tendrá o mantendrá la posesión de sus acciones y el pacto, por su lado, viene a complementar estas condiciones con una especie de reglamento que establece las obligaciones y deberes de los accionistas en el cumplimiento de sus aportes. 

3. Prevenir el estancamiento de la empresa

Una de las mejores razones para tener un pacto de accionistas es prevenir el estancamiento de la sociedad. Uno de los mayores factores por el cual las empresas fracasan o se estancan es por los conflictos que pueden presentarse entre sus administradores o accionistas.  

Comúnmente las empresas nacen con una visión que originariamente compartieron sus fundadores, por lo que, en el momento inicial sus objetivos están claros y alineados, lo cual facilita la toma de decisiones y trabajo en equipo. Sin embargo, al desarrollarse las empresas se van expandiendo y, por ende, nuevos temas y posibilidades deben ser considerados por su administración, a quien le corresponde constantemente decidir el camino y objetivos de la empresa. Cuando hay más de una posibilidad en ese camino y los administradores o accionistas de la sociedad no están alineados, esto puede detonar un gran estancamiento en la empresa. 

Las sociedades pueden pasar años estancadas por las discusiones de sus accionistas o administradores, quienes pueden no estar de acuerdo en cómo dirigir la empresa, de manera que, al no haber acuerdo, en muchas ocasiones, lo que se genera es un estancamiento de las operaciones y se empieza a generar, a su vez, un deterioro en la relación administrativa y accionaria que termina impactando globalmente a la empresa, especialmente cuando se trata de empresas pequeñas. 

Ningún pacto puede impedir que un grupo fundador tenga diferencias, es parte de las relaciones de personas, tener diferentes opiniones, intenciones o intereses. Cuando una empresa crece y amplía su alcance tiene posibilidades de elegir de qué forma desea seguir creciendo y esa decisión en ocasiones se confunde con la de sus socios, quienes deben acordar de qué forma avanzar. El pacto de accionistas regula estas situaciones, elaborando mecanismos de resolución, de manera que ante el primer desacuerdo relevante para el progreso de la empresa, los accionistas puedan apelar a la aplicación del pacto y destrabar el conflicto, tomando una decisión.  

Esto es solo una parte de la utilidad que puede tener un Pacto de Accionistas, continúa leyendo los artículos de Investability para seguir aprendiendo sobre cómo utilizar estos instrumentos. 

 

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