¿Cómo estimar el capital de mi empresa?

¿Cómo estimar el capital de mi empresa?
Legal

¿Cómo estimar el capital de mi empresa?

El capital de la empresa suele ser uno de los puntos más problemáticos para el emprendedor. Al inicio, puede llegar a ser un poco confuso cómo estructurar el capital de tu sociedad, especialmente si no has tenido experiencia emprendiendo anteriormente. 

Cuando constituimos una sociedad, nos hacemos muchas preguntas de qué indicador utilizar para saber que monto colocar como capital social o como este debería estar distribuido, cuántas acciones debería tener, qué porcentaje de participación debería tener cada socio, entre otras dudas que podría seguir enumerando en una gran lista de consultas frecuentes. 

Con este artículo, esperamos ayudarte a disipar algunas de estas dudas y orientarte en la construcción de un capital que refleje la realidad de la empresa y que, sobre todo, que no te cause problemas en el futuro.

Vayamos paso a paso construyendo un estimado del capital de tu empresa:

Paso uno. Define las necesidades básicas de tu empresa

El primer paso es definir qué capital necesita la empresa para sus operaciones. Toda sociedad al iniciar necesita de presupuesto y otros elementos para partir o desarrollar sus actividades. Así que lo primero que haremos será identificar cuáles son estas necesidades. 

Las necesidades pueden variar según las actividades que desarrolle la empresa. Lo importante es que, de manera general, las dividamos en dos: necesidades económicas y necesidades de trabajo

Necesidades económicas de la empresa

En necesidades económicas vamos a agrupar todas las que estén relacionadas al dinero que necesita la empresa. Para ello, te recomendamos realizar un flujo de caja proyectado o si prefieres algo más simple para empezar, realiza una lista de los posibles costos que tendrá tu empresa en un mediano plazo (de 6 meses a 1 año). Esto es solo para tener una idea de cuánto necesitas para empezar operaciones y cuánto costará aproximadamente mantener esas operaciones en el primer año de trabajo. 

Para darte una idea, estos son algunos ejemplos de gastos básicos que puedes estimar: arriendo de oficina, agua, luz, computadoras, inventario del producto que comercializas, marketing, página web, entre otros que resultan elementales para cualquier empresa. 

Al terminar la lista o el flujo, suma todo los gastos que proyectaste y con esto tendremos un estimado de la inversión que necesita la empresa. Este número es el que utilizarás para tener una idea del capital que necesitas, por supuesto, no tienes que aportar ese monto exacto al capital, sino el porcentaje que estás dispuesto a ingresar a la caja de la empresa en el momento. 

Un ejemplo del ejercicio:

Te damos un ejemplo para que sea más fácil de comprender: Si la suma de los gastos estimados de tu empresa a un año te da un total de 10 millones de pesos, ese es el monto de la inversión aproximada que necesita la empresa. Sin embargo, si tú o tus socios, tienen 5 millones de pesos, este es el monto que aportarán y ese será el monto que colocaremos como capital, a pesar de que la inversión requerida sea mayor.

¿Qué debes de colocar en la constitución como capital, luego de este ejercicio?

La estimación de los gastos no tiene que ser exacta al monto del capital, pero sirve como referencia para estimar el capital necesario, independientemente que los aportes de los socios lleguen de inmediato o no al monto inicial. Por lo tanto, al final del ejercicio debemos colocar como capital pagado en la sociedad lo que efectivamente los socios estén dispuestos a aportar a los gastos de la empresa. Qué hacemos con la diferencia que nos haya resultado entre la estimación de la inversión y el monto aportado, lo revisaremos en otro artículo. 

Ahora bien, hasta acá solo hemos hablado del dinero que necesita la empresa para empezar o sostener sus operaciones y del dinero que tú y tus socios están dispuestos a aportar para ello. Sin embargo, es igual de importante definir las necesidades de trabajo de la empresa, especialmente si va iniciando.

Necesidades de trabajo de la empresa

Ya definimos la necesidad económica, ahora hablemos del trabajo. El trabajo al igual que el dinero es un aporte al capital, solo que en algunas empresas los accionistas lo valorizan y en otras no. Nuestra recomendación es que valoricen el trabajo y lo aporten al capital o, en caso de no hacerlo, al menos lo tengan en cuenta para la distribución del porcentaje de participación a los socios. 

Antes de profundizar en cómo hacer estos aportes, te recomendamos que hagas una lista de las labores principales que hacen falta en la empresa para iniciar y sostener las actividades. Te damos algunos ejemplos: vender; cobrar; atención al cliente, publicidad, entre otras que dependen del tipo de empresa que tengas. Con esta lista, el siguiente paso será agrupar las actividades que se vinculen y con ello ir definiendo los perfiles que necesitas en la empresa, a su vez, puedes priorizar entre uno u otro perfil, dependiendo de la cantidad de actividades que tenga o de su importancia para el objeto de la empresa. Una vez realizado esto, define qué perfil tiene cada uno de tus socios, si es que ellos tienen planeado trabajar en la empresa. 

Al terminar los perfiles necesarios, clasifica a tus socios en cada uno de ellos (incluyéndote) y parte con la estimación del valor del trabajo de cada uno.  

¿Cómo valorar el trabajo?

Para valorizar las funciones te recomendamos revisar los salarios de mercados estimados para estas actividades que cada uno va a realizar. La valorización de este trabajo parte por ponerle precio a esas funciones por un periodo determinado de tiempo. Ese valor puede ser calculado en base a horas de trabajo, funciones, relevancia del cargo u otros indicadores, dependiendo de sus preferencias.

Al determinar el valor del aporte estarás listo para formalizarlo, para lo cual te recomendamos contar con la asistencia de un asesor legal, quien te podrá ayudar a dejar constancia de este aporte en el capital.

¿Para qué valorizar el trabajo?

Muchos podrán preguntarse cuál es la utilidad de hacer la valorización y aporte de trabajo si finalmente termina incrementando el capital y, por ende, impactando en los impuestos que puedan llegar a pagarse por la Empresa (por ejemplo la patente). Es simple: el beneficio de realizar este aporte es la prevención de conflictos societarios. Al reconocer económicamente el aporte que realiza cada accionista, la distribución del capital será más justa y podría generar mayor compromiso de trabajo de los accionistas hacia la sociedad, dependiendo del mecanismo que utilices para formalizar el aporte.  

Recomendación final sobre la estimación del capital social

Como recomendación final, te sugerimos que al establecer el capital de tu empresa consideres la inversión que se requiere al menos a corto plazo, los aportes reales en dinero y trabajo que realizará cada accionista y la forma en la que el capital va a ser pagado. Te aseguramos que si revisas estos temas antes de fijar un monto como capital, podrás conseguir mejores resultados al elaborar la contabilidad de la empresa y también conseguirás una distribución de participación social más justa que termine evitando problemas futuros en la sociedad.  

Con estas ideas ya puedes empezar a diseñar de manera más real y funcional el capital de tu empresa. 

Si quieres seguir leyendo sobre capital social, te recomendamos revisar nuestro artículo Preguntas frecuentes sobre el capital de la empresa.

Comparte este contenido